Conocemos como Niveles de Organización a los distintos grados de complejidad en los que podemos encontrar organizada la materia. Es decir, que en cada uno de los niveles se hallan elementos que, unidos entre sí, forman una estructura más compleja con distintas características y nuevas propiedades.
Veamos ahora la clasificación de los distintos niveles de organización y lo que en ellos encontramos:
– Nivel Subatómico: Protones, neutrones y electrones, (partículas que, agrupadas, forman los átomos).
– Nivel Atómico: Átomos, (unidad más pequeña de la materia que conserva sus propiedades).
– Nivel Molecular: Enlazando distintos átomos se obtienen moléculas. Estas moléculas presentan, según sea el caso, distintos grados de complejidad.
– Nivel Celular: Aquí encontramos, por ejemplo, las células musculares y las células epiteliales, células simples que, agrupándose forman el siguiente nivel.
– Nivel de Tejido: Por ejemplo, el tejido muscular o el epitelial: tejidos formados por células especializadas.
– Nivel de Órgano: Los diferentes tejidos del nivel anterior se unen para formar órganos. Así nace, por ejemplo, el corazón.
– Nivel de Sistema: Un conjunto de órganos similares, formados por el mismo tipo de tejido, que realizan una función concreta forman un sistema. Por ejemplo, el sistema muscular.
– Nivel de Aparato: Conjunto de órganos diferentes entre sí que trabajan juntos, cada uno desempeñando su papel, en funciones más complejas. Por ejemplo, el sistema muscular, el sistema óseo y el sistema nervioso trabajan juntos constituyendo el aparato locomotor, el cual permite el movimiento de los seres vivos.
– Nivel de Organismo: El ser vivo propiamente dicho, en el cual coexisten organismos formados de muchas células, o pluricelulares, y otros formados por sólo una célula o unicelulares.
Aquí un ejemplo más sintetizado:
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